En Argentina
se comenzó hace unos meses a barajar la posibilidad de una reforma
constitucional que permita la re-elección indefinida de la presidencia. Esta
idea ha sido tratada por un grupo de intelectuales afines al gobierno que por
medio de una Carta Abierta en la que se habló de “fortalecer el proceso de
transformación en curso”.
Es una realidad que de llevarse al Congreso con la mayoría en la Cámara de Diputados tenga la media sanción asegurada, pero será el Senado en donde se presentarán mas trabas. Es necesario plantearse si la reforma a la Carta Magna es una prioridad en la gestión o hay otros temas mas importantes a los que el Gobierno debería hacerles foco.
La idea de perpetuar un régimen más de dos mandatos seguidos puede llevar a ideas de control, de falta de una figura posible desde el kirchnerismo o a la concreción de un modelo económico-político que necesita más tiempo para poder ser desarrollado en su totalidad. La perspectiva última mencionada es menospreciada por diferentes grupos opositores al gobierno actual.
Desde la visión opositora al oficialismo, conformada por el macrismo, el GEN, y la UCR entre otros, se comenzó a consensuar un plan de acciones para frenar al oficialismo. El jefe del bloque de diputados radicales Ricardo Gil Lavedra negó la aceptación del tratamiento del tema en el Congreso y lo consideró como “una intención del Gobierno de perpetuarse”.
La Presidenta Cristina Fernández de Kirchner en uno de sus discursos disparó la frase “vamos por todo” en Rosario aunque no haya especificado el trato de la reforma constitucional en el Congreso. Por otro lado la idea de llamar a un plebiscito para conocer las respuestas y saber la aceptación aún es sólo una idea. Esta llamada podrá hacer decaer la propuesta debido al descontento social ante algunas medidas tomadas por el Gobierno como el control en la compra de dólares, los acuerdos entre sindicatos sin resolver, la inserción de La Cámpora en las escuelas y la salida de los reclusos por motivos culturales han disminuido notablemente la visión positiva de la mandataria por algunos sectores. Además será importante conocer si en el caso de el llamado a un plebiscito el resultado del mismo será tomado en cuenta cómo lo sucedido en 1984 con el conflicto del Beagle o será desestimado por el bloque kirchnerista que lleva a Cristina Kirchner a la cabeza.
Es una realidad que de llevarse al Congreso con la mayoría en la Cámara de Diputados tenga la media sanción asegurada, pero será el Senado en donde se presentarán mas trabas. Es necesario plantearse si la reforma a la Carta Magna es una prioridad en la gestión o hay otros temas mas importantes a los que el Gobierno debería hacerles foco.
La idea de perpetuar un régimen más de dos mandatos seguidos puede llevar a ideas de control, de falta de una figura posible desde el kirchnerismo o a la concreción de un modelo económico-político que necesita más tiempo para poder ser desarrollado en su totalidad. La perspectiva última mencionada es menospreciada por diferentes grupos opositores al gobierno actual.
Desde la visión opositora al oficialismo, conformada por el macrismo, el GEN, y la UCR entre otros, se comenzó a consensuar un plan de acciones para frenar al oficialismo. El jefe del bloque de diputados radicales Ricardo Gil Lavedra negó la aceptación del tratamiento del tema en el Congreso y lo consideró como “una intención del Gobierno de perpetuarse”.
La Presidenta Cristina Fernández de Kirchner en uno de sus discursos disparó la frase “vamos por todo” en Rosario aunque no haya especificado el trato de la reforma constitucional en el Congreso. Por otro lado la idea de llamar a un plebiscito para conocer las respuestas y saber la aceptación aún es sólo una idea. Esta llamada podrá hacer decaer la propuesta debido al descontento social ante algunas medidas tomadas por el Gobierno como el control en la compra de dólares, los acuerdos entre sindicatos sin resolver, la inserción de La Cámpora en las escuelas y la salida de los reclusos por motivos culturales han disminuido notablemente la visión positiva de la mandataria por algunos sectores. Además será importante conocer si en el caso de el llamado a un plebiscito el resultado del mismo será tomado en cuenta cómo lo sucedido en 1984 con el conflicto del Beagle o será desestimado por el bloque kirchnerista que lleva a Cristina Kirchner a la cabeza.
